La IA (inteligencia artificial) es una tecnología que se empezó a desarrollar a principios de los años 90, que puede “imitar” procesos propios de la inteligencia humana.

Las primeras implementaciones experimentales se llevaron a cabo en el campo de la medicina, con el análisis de datos como herramienta.

Demostró ser altamente efectiva en la detección y prevención de enfermedades. Se destacan programas informáticos que pueden diagnosticar con precisión algunos tipos de cáncer y sistemas inteligentes en cardiología capaces de detectar cardiopatías ocultas. Además, la IA desempeña un papel relevante en psiquiatría y psicología mediante estudios basados en el análisis de mensajes en redes sociales, generando algoritmos que pueden prever el riesgo de psicopatologías.

Además de transformar positivamente las tasas de diagnóstico, la aplicación de la inteligencia artificial en el procesamiento de imágenes generó una revolución en el ámbito médico. Su habilidad para identificar patrones complejos, analizar datos visuales de manera minuciosa y construir modelos tridimensionales ha llevado la precisión diagnóstica a nuevos niveles. Este enfoque avanzado no solo ha optimizado la detección temprana de patologías, sino que también proporciona a los profesionales de la salud herramientas más sofisticadas para entender la complejidad de las imágenes médicas, brindando así una visión más completa y detallada para tomar decisiones fundamentadas en el cuidado de los pacientes.

Este progreso en el procesamiento de imágenes destaca cómo la inteligencia artificial se ha convertido en un aliado invaluable en la mejora de la atención médica.

La Universidad de Valencia, en España, creó un sistema de inteligencia artificial que identifica precozmente el cáncer de mama mediante el análisis de mamografías. Este sistema inteligente demostró eficacia con un 89% de diagnósticos tempranos.

La combinación  entre inteligencia artificial y robótica propició un avance trascendental en la atención médica con la concepción y desarrollo de un robot de asistencia quirúrgica. Este innovador dispositivo, al actuar como una extensión del médico, no solo transformó la manera en que se abordan las intervenciones quirúrgicas, sino que también abrió la puerta a nuevas posibilidades en la realización de procedimientos a distancia. La integración de algoritmos de inteligencia artificial en este robot no solo potencia la destreza y precisión del cirujano, sino que también permite superar barreras geográficas, posibilitando la realización de operaciones quirúrgicas en ubicaciones remotas. Este avance tecnológico marca un hito significativo en la evolución de la medicina, demostrando cómo la convergencia de la inteligencia artificial y la robótica está redefiniendo los estándares en la atención médica y ampliando las fronteras de la práctica quirúrgica tradicional.

Los usos y aplicaciones ilimitadas de esta tecnología la convirtieron en un componente esencial para avanzar en la investigación, el diagnóstico y el tratamiento de diversas enfermedades.